20 de diciembre de 2011

LA GRECIA ANTIGUA



La Grecia antigua ocupaba la parte meridional de la península de los Balcanes, un conjunto de islas y archipiélagos del mar Egeo y la costa de Asia Menor. El paisaje se caracteriza por tres elementos fundamentales: las montañas, numerosas y elevadas, dificultan las comunicaciones por tierra; las llanuras y los valles, en los que se localizaba la agricultura, y la cercanía del mar.

Debido a la dificultad de las comunicaciones por tierra, el pueblo griego se volcó en seguida hacia el mar - πόντοs-.

Este no solo suponía una importante vía de comunicación, sino también una excelente reserva alimenticia. En las costas hay un gran número de puertos naturales, por lo que la pesca y el comercio marítimo eran actividades muy importantes. Por esta razón, los griegos se convirtieron en excelentes marineros y comerciantes.

Aunque cada ciudad o polis era independiente y tenía sus propias leyes, moneda, gobierno y ejército, todas ellas compartían el sentimiento de pertenecer a una misma civilización, porque todos hablaban la misma lengua, el griego, y adoraban a los mismos dioses.

El mundo griego


En los siglos VIII al VI a.C. el aumento de la población, la política en manos de la oligarquía y el creciente endeudamiento de gran parte del campesinado obligaron a muchos griegos a buscar nuevas tierras. Pequeños grupos de personas, voluntarios o elegidos por sorteo, navegaron por toda la costa mediterránea y fundaron colonias. Algunas de las colonias más importantes fueron Siracusa, en la isla de Sicilia, Massalia, la actual Marsella en la costa francesa, o Ampurias, en la costa catalana.
La expansión se desarrolló en dos oleadas:
  • La oleada hacia el oeste. Entre el 750 y el 650 a.C., los griegos se dirigieron hacia las islas y costas del mar Jónico, Sicilia, el sur de Italia y Francia, Libia y el noreste de la península Ibérica.
  • La oleada hacia el este. Después del 650 a.C., los griegos fundaron colonias en las costas del mar Negro.
Para fundar un nuevo asentamiento se tenían que cumplir unas condiciones mínimas: ciertas garantías de seguridad obtenidas mediante acuerdos con los jefes indígenas, así como la existencia de tierras cultivables y de ciertos productos o materias primas con los que comerciar. En las nuevas ciudades, los griegos conservaban la forma de gobierno, las costumbres y los dioses de la polis de la que procedían, de forma que la cultura griega se extendió por el mar Mediterráneo.

Sin embargo, a pesar de estar unidas culturalmente, las colonias griegas funcionaron siempre como territorios independientes.


EL IMPERIO DE ALEJANDRO MAGNO




Mapa mudo Hélade I


Mapa  mudo Hélade II



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