1 de febrero de 2012

LA TRAGEDIA GRIEEGA. EDIPO REY.

EI mito de Edipo

El mito de Edipo está compuesto de varios episodios que los autores trágicos tornaron corno temas de varias piezas dramáticas. La rnás famosa de estas tragedias es, sin duda, Edipo Rey, de Sófocles. Pero también Los siete contra Tebas, de Esquilo, Edipo en Colono de Sófocles, y Las fenicias, de Eurípides, tratan diversos episodios de la misma saga mítica.

Un destino inexorable


El rey de Tebas, Layo, hijo de Lábdaco, acudió a] oráculo de Delfos a consultar a la pitonisa sobre su destino. Contestó la divinidad con un consejo: Evita tener hijos. Si tienes alguno, matará a su padre y se casará con su madre. Pero Layo y Yocasta engendraron un niño, al que luego decidieron dar muerte, temerosos de la maldición del oráculo. Y ordenaron a un sirviente de palacio que abandonara al niño en el bosque del Citerón, a fin de que allí lo devoraran las fieras del monte.  El servidor lo dejó allí, con un pie taladrado por una fíbula de bronce. Un pastor encontró al niño abandonado y fue a entregarlo a los reyes de Corinto, que, como no tenían descendencia, lo acogieron corno a un hijo propio. El pequeño recibió el nombre de “Edipo”  -que significa “pie hinchado” por la marca que dejó en él aquella herida- y creció en el palacio de Corinto como un príncipe de noble estirpe. Y, ya adolescente, fue a consultar al oráculo del famoso santuario de Delfos sobre su destino. Y el oráculo respondió:

Matarás a tu padre y te casarás con tu madre

El inútil esfuerzo por escapar al destino

El joven Edipo, aterrorizado, decidió no regresar a Corinto para evitar la desdicha. En la encrucijada de la montaña, al salir de Delfos, se topó con  un coche de caballos que estuvo a punto de atropellarlo. Estalló una disputa y Edipo mató al señor del carro, un noble cuyo nombre ignoraba. Era Layo, rey Tebas. Precisamente a Tebas se dirigió luego Edipo. 

El enigma de la Esfinge

La ciudad estaba aterrorizada por un terrible monstruo, que asolaba sus campos y destruía a sus jóvenes. monstruo, mitad mujer, mitad león alado, salió al encuentro del caminante y le planteó una pregunta:
¿Qué animal anda a cuatro pies por la mañana, con dos al mediodía y tres en la tarde?


Edipo resolvió el enigma respondiendo "el hombre" (que avanza a cuatro patas de pequeño, erguido en su plenitud, y con la ayuda un bastón de viejo). Entonces desapareció el monstruo suicidándose, y el joven entró en la ciudad como un héroe salvador. Como premio, allí le aguardaba la realeza y la boda con la reina, la viuda del rey Layo, Yocasta. ¡Se había cumplido la profecía!. La advertencia del oráculo déIfico se había realizado fatídicamente, pese a los esfuerzos del héroe por evitar su destino.

El aciago final de Edipo

Pasaron los años y del matrimonio nacieron cuatro hijos: dos varones, Polinices y Eteocles, y dos muchachas, Antígona e Ismena. Y un día Edipo conoció la terrible verdad sobre su propia historia. Horrorizado, se arrancó los ojos y se condenó a sí mismo al destierro. Yocasta se suicidó. Su hija Antígona acompañó, como lazarillo, al desventurado Edipo en su exilio errante

Los hijos de Edipo

Edipo maldijo a sus dos hijos, que se pelearon por el trono, y acabaron matándose mutuamente a las puertas del muro de Tebas. Luego Antígona, al rendir honores fúnebres a Polinices, al que el rey de Tebas, su tío Creonte, había prohibido enterrar por considerarlo enemigo de la ciudad, fue apresada y condenada a muerte. Fue encerrada una cueva y allí se suicidó. El anciano Edipo vagó hasta su muerte, que fue en la aldea de Colono, cerca de Atenas.






Edipo rey de Sófocles 

 

Edipo rey (gr. Oι̉δίπoυς τύραννoς, Oidipous Tyrannos, lat. Oedipus Rex) es una tragedia griega de Sófocles, de fecha desconocida. Algunos indicios sugieren que pudo ser escrita en los años posteriores a 430 a. C.1 La tetralogía de la que forma parte tiene fama de haber conseguido solo el segundo puesto en el agón dramático, aun cuando Edipo rey es considerada por muchos la obra maestra de Sófocles, y era admirada especialmente por Aristóteles (en la Poética).

Argumento

 

Peste en Tebas

 

Edipo, rey de Tebas, se dirige a una muchedumbre encabezada por un sacerdote, que se ha congregado para pedir ante el altar de los dioses remedio a la peste que asola la ciudad de Tebas. Para conocer las causas de esta desgracia, el propio Edipo ha mandado a su cuñado Creonte a consultar el oráculo de Delfos para saber cuál es el origen de la peste que azota a la ciudad de Tebas. La respuesta del oráculo es que dicha peste se debe a que no se ha vengado convenientemente la muerte de Layo, el rey anterior: su sangre derramada amenaza con destruir a la ciudad hasta que se encuentre y se castigue a los asesinos.

Predicciones de Tiresias

 

Edipo pronuncia un bando solemne en el que conjura a todo el pueblo tebano a que colabore en el esclarecimiento del crimen, en él asegura tanto al asesino como al cómplice, que si se muestran, podrán irse sin peligro alguno; a cualquier testigo que haya visto lo sucedido, que lo diga sin temor y Edipo le recompensará. Pero en caso contrario, buscará al asesino, al cómplice y al testigo, se le prohibirá rendír culto a los dioses, nadie del pueblo le hablará, y, será desterrado, y Edipo le maldice, deseándole una vida miserable. Edipo y el coro de ancianos tebanos confían en que el adivino Tiresias lo aclare todo.
Cuando llega Tiresias, se produce un diálogo, entre Edipo y éste que degenera en un enfrentamiento, en el que ambos se insultan; ante las palabras del adivino, que dice que Edipo está directamente implicado en el asesinato, (aunque Tiresias al principio no quería hablar sobre lo que sabía, al verse insultado por Edipo como sucio traidor decide hablar en frente de todos los presentes todo lo que sabía, o sea, acusándolo rotundamente de ser la causa de tantas desgracias). Edipo interpreta que se trata de una conspiración del anciano y de Creonte.
Tiresias, antes de despedirse, emite confusas predicciones. Señala a Edipo que pesa sobre él una maldición. Acerca del asesino de Layo dice que éste se encuentra cerca, que se cree que es extranjero pero se demostrará que es tebano, que será privado de la vista y exiliado; que será a la vez hermano y padre de sus propios hijos, hijo y esposo de su madre y asesino de su padre. Esas declaraciones envenenan más su locura.

Acusaciones contra Creonte

 

Entre los ancianos tebanos cunde la duda por las confusas palabras de Tiresias. Creonte aparece indignado ante las acusaciones de conspiración para usurpar el trono que ha hecho Edipo contra él. Edipo argumenta su acusación en que Tiresias, que estaba en la ciudad en el momento del asesinato de Layo, no hubiera realizado entonces ninguna predicción y en cambio ahora ha realizado predicciones contra él. Creonte replica que él ya tiene suficiente poder en Tebas y nunca desearía las preocupaciones y problemas que debe afrontar un rey. Además señala a Edipo que no se debe acusar sin pruebas y que si no cree que lo que ha dicho el oráculo de Delfos sea cierto, puede ir él mismo a comprobarlo. También le dice que si Edipo tiene pruebas de que él se ha confabulado con el adivino Tiresias, él mismo se condenará a muerte.

Revelaciones de Yocasta

 

Yocasta, que es esposa de Edipo, ejerce de mediadora en la disputa. Tras conocer los motivos, dice a Edipo que no debe hacer ningún caso de las adivinaciones proféticas y pone como ejemplo un oráculo que predijo a Layo que moriría asesinado por uno de sus hijos. Sin embargo, la muerte de Layo se produjo por asesinato de unos bandidos en un cruce de tres caminos. Al hijo que habían tenido se lo dieron a un campesino para que lo matara, mas le dio pena y solo lo ato de los tobillos abandonándolo en el bosque, esperando su muerte. Yocasta señala que por lo visto, no se había cumplido el oráculo anterior.
Sin embargo, Edipo, al conocer los detalles de la muerte de Layo y sus características físicas, se alarma y pide la presencia del único testigo del asesinato. Hay un gran suspenso porque Yocasta no conoce los motivos de ese miedo de Edipo.


Edipo cuenta su historia

 

Edipo relata a Yocasta cómo sus padres fueron Pólibo y Mérope, reyes de Corinto. En un momento dado le llegaron rumores de que no era hijo natural de ellos y, al consultar el oráculo de Delfos, Apolo no respondió sus dudas y en cambio le dijo que se casaría con su madre y mataría a su padre. Por ello había abandonado Corinto, para tratar de evitar el cumplimiento de esa profecía. Más tarde, en sus andanzas, había tenido un incidente en un cruce de caminos, había matado varias personas y sus características eran las mismas que las conocidas en el asesinato de Layo. La esperanza que tiene Edipo de no ser el asesino de Layo es que el único testigo había afirmado que habían sido varios los asesinos.

Noticias de Corinto

 

Yocasta manda llamar al testigo y también se presenta como suplicante ante el templo de Apolo para que resuelva sus males.
Mientras, llega un mensajero inesperado que trae nuevas noticias sobre los supuestos padres de Edipo en el reino de Corinto. Pólibo ha muerto a causa de su vejez y quieren proclamar a Edipo como rey de Corinto. Yocasta, tras oír las noticias, trata de hacer ver a Edipo que tampoco el oráculo según el cual iba a matar a su padre se había cumplido y por tanto ya no debería de temer el otro oráculo que decía que se casaría con su madre.
El mismo mensajero es conocedor de la circunstancia de que en realidad Pólibo y Mérope no eran los padres naturales de Edipo, porque él mismo lo había recogido cuando era un bebé e iba a ser abandonado por un pastor en el monte Citerón, con las puntas de los pies atravesadas (de ahí el significado de su nombre: pies atravesados o hinchados, según la traducción).
Al conocer los temores de Edipo, el mensajero le explica estos hechos pasados con la intención de que Edipo se tranquilice.
No obstante, el rey de Tebas desea saber más sobre su origen y descubre que el mismo pastor que fue testigo del crimen de Layo había entregado a Edipo, cuando éste era un bebé, al mensajero.

Resolución de los enigmas

 

La reina Yocasta, tras oír el relato completo del mensajero, ya ha comprendido todo el profundo misterio y sale huyendo después de intentar en vano que Edipo se detenga en su investigación.
Por fin llega el testigo del crimen. Edipo y el mensajero lo interrogan y al principio se resiste a dar respuestas, pero ante las amenazas de Edipo revela que el niño que le habían entregado para que lo abandonara en el monte Citerón era hijo del rey Layo y la reina Yocasta y que lo habían entregado para que muriera, impidiendo que se cumpliera un oráculo funesto. Sin embargo, él lo había entregado al mensajero por piedad.
Edipo comprende que Yocasta y Layo eran sus verdaderos padres y que todos los oráculos se han cumplido.
A partir de esta revelación un mensajero de la casa cuenta todos los detalles del suicidio de la reina Yocasta y la posterior ceguera de Edipo.
Edipo aparece con los ojos ensangrentados y pide ser desterrado. Dice que ha preferido cegarse porque no puede permitirse ver, después de sus crímenes, a sus padres en el infierno, a los hijos que ha engendrado, ni al pueblo de Tebas.
Creonte pide a los tebanos que se apiaden de Edipo y lo hagan entrar en el palacio. A continuación dice que consultará de nuevo al oráculo para saber lo que tiene que hacer con Edipo. Este dice que no tenga piedad con él, pide ser desterrado y dice a Creonte que cuide de sus dos hijas, acto que finalmente es consumado.
Los últimos versos del corifeo son una especie de conclusión o moraleja en las que se expresa que incluso aquellos que parecen felices y poderosos están en todo momento expuestos a sufrir desgracias.


El coro

El coro es un personaje colectivo que comenta y juzga lo que ocurre en la tragedia. Durante toda la obra intercala comentarios. Representa al ciudadano tebano, con el cual todos tienen algo en común. A través de él, se van comentando los episodios de la tragedia. En ocasiones el coro habla como si fuera el sentido común.
Intervenciones del coro:
  • Primera: después del prólogo para elevar una plegaria a la divinidad con el fin de eliminar la peste.
  • Segunda: después de la primera parte que canta su desconcierto y quiere encontrar la causa de la peste por un lado, y por otro siente angustia por las palabras del adivino y por su fidelidad al rey.
  • Tercera: medita sobre la profecía que el oráculo hizo a Layo y el destino de éste.
  • Cuarta: después de la tercera parte dando ánimos a Edipo.
  • Quinta: antes del epílogo en la que canta la desdicha al ver lo que ha sido su rey y en lo que se ha convertido. 

Temática

 

De la obra se extraen cinco temas principales:

El más importante es el tema de la fuerza del destino. Es imposible escapar de él y todas las profecías de los oráculos acaban haciéndose realidad. En el caso de Layo, aún habiendo tomado fuertes medidas para que su hijo no lo matara, al final lo mata prácticamente por casualidad y, en el caso de Edipo, ocurre que, intentando huir de su destino (huyendo de Corinto para no matar al que cree su padre), se topa con su verdadero progenitor de frente y le da muerte en un cruce de caminos, ya que éste, junto a las personas con las que viajaba, atacaron a Edipo provocando que se defendiera con más ira de lo pensado.
Otro tema que encontramos es la relación entre Edipo y Yocasta, la cual es, sin que ellos lo sepan, incestuosa. Sigmund Freud llama «complejo de Edipo» a una construcción psíquica cuya característica principal es la orientación sexual en determinada fase de su crecimiento, en la que proyecta sus deseos sexuales sobre el progenitor de sexo opuesto. Freud cita esta obra para ilustrar su tesis de que los deseos incestuosos son una primitiva herencia humana y que el mito griego ilustra esta tendencia recurrente.
El tercer tema que se infiere es la auto-agresión. Edipo se lesiona a sí mismo, cegándose, como castigo por haberse casado con su madre y haber matado a su padre. Aquí también cabe recalcar la importancia del Complejo de Edipo y su ejemplificación en esta obra.
El cuarto tema es el heroísmo. Nietzsche habla de esta obra en el capítulo nueve del Nacimiento de la tragedia. Presenta a Edipo como un transgresor. Él es un héroe condenado a caer por haber intentado llegar demasiado lejos. Al transgredir la naturaleza y las normas sociales, y querer averiguar aquello que está prohibido, Edipo descubre un mundo que está vetado a la vista del resto de los mortales. Él comete una versión masculina, heroica, del pecado original, de la seducción del árbol del conocimiento que condena a la humanidad a abandonar la inocencia. En este caso es su curiosidad y su entereza lo que le estimula a investigar. Ese abandono de la inocencia, de la cómoda ignorancia, es el destino cruel y heroico de Edipo. Y su gesta consiste en su sacrificio. Como Prometeo, él paga por un bien que la humanidad recogerá tras su acción.
El quinto tema es el culto a los dioses. A través de toda la obra se ve claramente reflejada la gran influencia que tenían los dioses en cada uno de los acontecimientos, la manera como éstos regían el destino de los personajes y sobre todo la convicción de que lo que dijeran los dioses era exactamente lo que ellos tenían que hacer, es decir, que el mundo estaba regido por las leyes divinas. Esto indudablemente confirma la mentalidad politeísta de los griegos, para quienes los dioses tenían una importancia absoluta, ya que la mayoría de las cosas giraban en torno a ellos, se les respetaba mucho.

Personajes

 

Personajes de los hechos anteriores a la tragedia

  • Lábdaco: rey de Tebas, padre de Layo. Debido a la gran ofensa que hizo a los dioses, su familia sufrió la furia de las deidades.
  • Layo: rey de Tebas, hijo de Lábdaco, padre de Edipo, y esposo de Yocasta. Abandonó a su hijo Edipo por un oráculo que decía que lo mataría y se casaría con su esposa Yocasta.
  • Pólibo: rey de Corinto y padre adoptivo de Edipo.
  • Mérope: reina de Corinto y madre adoptiva de Edipo.

Personajes de la tragedia

Personajes principales:
  • Edipo: rey de Tebas y esposo de Yocasta. Por haber librado a la ciudad de la amenaza de la Esfinge, los tebanos lo habían elegido como rey.
  • Creonte: es el hermano de Yocasta, a quien Edipo acusa del asesinato de Layo. Queda a cargo de las hijas y del trono de Edipo cuando este se va.
  • Tiresias: un adivino tebano.
  • Yocasta: reina de Tebas. Se casó con Edipo tras el asesinato de su anterior esposo, Layo.
  • Corifeo: un sacerdote anciano, portavoz del coro.
Personajes secundarios:
  • Coro de ancianos tebanos.
  • Mensajero: lleva a Yocasta la noticia de la muerte del rey Pólibo.
  • Paje: testigo y relator de los últimos sucesos y el desenlace final.
  • Sacerdote: ministro del culto religioso de Zeus.
  • Pastor o siervo: anciano, antiguo servidor del difunto rey Layo.
  • Campesino: testigo que presenció la muerte de Layo y sabe que el asesino es Edipo.

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