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de Eurípides
Medea es el título de la tragedia de Eurípides que representó en el primer año de la Olimpiada 87, es decir 431 a.c. Formaba parte de una tetralogía junto con las tragedias Filoctetes y Dictis y el drama satírico Los recolectores. Ganó el certamen Euforión, el segundo fue Sófocles y el tercero Eurípides.
EL MITO
Poetas líricos como Píndaro, se inspiraron en el mito de los Argonautas. Los tres grandes poetas trágicos escribieron también inspirándose en la expedición de los Argonautas. De todas las obras de Esquilo y Sófocles no se conservó ninguna. De las obras de Eurípides sólo se salvó la renombrada "Medea". Apolonio de Rodas nos transmitió su célebre Argonáuticas.
La expedición de los griegos al Cólquide, bajo el liderazgo de Jasón, es una de las más importantes operaciones de los tiempos mitológicos dado que en ella participaron los guerreros más selectos de Grecia.
El vellocino de oro
Frixo
y Hele eran hijos de Nefeli y Atamante que reinaba en Orcómeno en
Beocia. Atamante, dejándose llevar por las insinuaciones de Ino (deseosa
de echar a Nefeli y de casarse con él) cedió a sus deseos, convirtiendo
a Ino en su esposa y en una mala madrastra para los niños. Su odio
hacia ellos, la llevó a diseñar un plan: convenció a las mujeres del
lugar para que hornearan las semillas que se almacenaban para la
siembra. Tales semillas, como era de esperar, luego de plantadas, no
dieron fruto y cayó gran pobreza en la región.
Atamante
envió a sus emisarios a Delfos para consultar el oráculo y que los
dioses decidieran lo que debían hacer. Ino interceptando y sobornando a
los enviados, debían comunicar el siguiente augurio: que para que la
tierra volviera a dar frutos, era necesario el sacrificio de Frixo, al
dios Zeus. Entonces el pueblo se sublevó y pidió al rey que cumpliera
con el oráculo. Atamante cedió a la presión popular y Frixo se dirigía
al altar de sacrificios cuando su madre, Nefeli, les envió un cordero de
dorado vellón
Frixo
y Hele montaron en el lomo del animal que los llevó muy lejos de allí.
Pasando por la península trácica Hele se agachó para mirar algo, se
mareó y cayó en las aguas del Ponto, que desde entonces se llamó
Helesponto (el mar de Ponto). Frixo llegó solo a Cólquide, donde reinaba
el rey Eeetes, hijo de Helios y de la oceánide Perse, y hermano de la
maga Circe. En este sitio sacrificó al carnero en acción de gracias a
Zeus y pidió la protección de Eetes. El rey de Cólquide le casó con su
hija y Frixo le regaló el vellocino de oro (la piel del cordero). El rey
lo colgó de un roble en el bosque ofrendado al dios Ares y puso un
dragón y una enorme serpiente que nunca dormía para vigilarlo día y
noche.
Jasón en Yolcos
En
Yolcos reina Pelias, que ha conseguido destronar a su hermano Esón
mediante engaños. Esón tiene un hijo, Jasón, que acude a Yolcos para
ejercer su derecho legítimo al trono.
Al
llegar, Jasón se encuentra con que debe atravesar un río. Una anciana
le pide ayuda. Él la coge en brazos y pasan el río. Esta anciana no es
otra que Hera que a partir de entonces es su protectora.
La
corriente se ha llevado una de sus sandalias, pero aún así se presenta
ante Pelias. Pelias se horroriza al verlo. No teme el hecho de que sea
el legítimo heredero sino que un augurio había vaticinado que un hombre
con una sola sandalia acabaría con su vida y le arrebataría el trono.
Decide
deshacerse de él y le engaña y le envía a una misión en la que
seguramente encontrará la muerte. Le dice que si realmente es merecedor
del trono debe probarlo trayendo el vellocino de oro que se encuentra en
el lejano país de la Cólquide.
Los preparativos de los Argonautas
Jasón
aceptó la propuesta de Pelias y empezó a prepararse para el viaje.
Ordenó a Argo, arquitecto y constructor de navíos, la fabricación de una
nave de cincuenta remos. La embarcación resultó espléndida como ninguna
otra de la época. Gracias a un trozo de madera procedente del roble
sagrado del oráculo de Dodona, regalo de la diosa Atenea, el navío podía
hablar y tenía el don de la profecía. Era un barco muy veloz y por eso
se llamó Argo (Argos=rápido).
Mientras
se dotaba la nave, el centauro Quirón aconsejó a Jasón que enviara
heraldos por toda Grecia para invitar a los jóvenes más valientes y
valerosos de aquellos tiempos a participar en este largo viaje. Y así
sudió, la tripulación de Argo, los llamados Argonautas eran todos héroes
e incluso hijos de dioses. Entre ellos estaban Tifis, el timonero de
Argo, Orfeo, el músico, los adivinos Idmón y Mopso, Heracles, Hilas,
Idas, Cástor y Plideuces, Periclímeno, hijo de Neleo, y Peleo, hermano
de Telamón y muchos otros, que constituían la flor de la hombría y el
heroísmo juntos. Atenea se encarga de convocar a los héroes griegos para
que le acompañen en su misión..
El viaje de la nave Argos en busca del Vellocino
Tras
haber realizado un sacrificio en honor de Apolo, los Argonautas
embarcaron en la costa de Págasas, y se pusieron en marcha con
favorables presagios Antes de llegar a su destino, los argonautas deben
salvar una serie de obstáculos.
Primero llegan a la isla de Lemnos. La isla está habitada solo por mujeres. Los argonautas se quedan allí un tiempo.
Llegan
a Cício. Allí les recibe un jovencísimo rey con el que traban amistad.
Parten, pero los vientos les hacen regresar al mismo sitio. El rey cree
que están invadiendo Cício y los argonautas se defienden. En la
oscuridad de la noche ninguno de los amigos se reconoce. Por la mañana
se descubre la verdad. Los dos bandos se unen en su dolor mutuo y
entierran a los muertos, incluido el joven rey y su esposa que se ha
suicidado por la muerte de éste.
En
otra isla pierden a tres compañeros. Hilas es raptado por la ninfa de
una fuente que se enamora de él. Hilas es el mejor a migo de Heracles y
éste y Polifemo le buscan. Los argonautas parten sin ellos y cuando se
dan cuenta de su falta, deciden no regresar. Ya se encargará Heracles de
vengar el abandono.
En
el país de los bébrices, su rey, Amico, se dedicaba a retar a los
extranjeros a un combate pugilístico en el que siempre vencía. Uno de
los argonautas, Pólux le reta y vence.
Encuentran
al rey Fineo que sufre un castigo ejemplar por hacer predicciones
demasiado ajustadas a la realidad (los videntes tiene prohibido que sus
profecías muestren el futuro con claridad para que los hombres no sean
como los dioses). Todos los días le atormentan unos monstruos: las
harpías. Zetes y Calais acaban con ellas. En agradecimiento Fineo les
revela cómo atravesar las rocas Cianeas, que chocan la una contra la
otra. Deberán enviar una paloma. Si el ave pasa sin peligro, ellos harán
lo mismo.
Siguiendo este consejo las atraviesan sin peligro.
Los argonautas en la Cólquide
Llegan
a la Cólquide. Allí, Jasón se entrevista con el rey Eetes. Eetes no
está dispuesto a dejarle marchar con su tesoro, pero no da muestras de
ello.
Eetes pretende que muera en esas pruebas. Pero Jasón tiene poderosas aliadas. En
el Olimpo, Atenea y Hera llegan a la conclusión de que lo mejor para
Jasón es que Medea, hija de Eetes y hechicera consumada, ayude al héroe.
Van a visitar a Afrodita y la convencen para que su hijo Eros dispare
una de sus flechas contra Medea y la enamore de Jasón.
"Claro. Te lo daré. Pero antes has de superar unas pruebas"
Afrodita
soborna a su hijo y éste cumple la misión. Medea muere de amor por
Jasón y le ayuda en sus pruebas a pesar de traicionar a su padre.
La
primera prueba es uncir dos bueyes que escupen fuego, arar el campo con
ellos y sembrar en él unos dientes de dragón. Medea le aconseja.
Prepara un ungüento que le protegerá contra el fuego de los bueyes.
Cuando siembre los dientes ha de estar preparado porque de ellos van a
nacer unos guerreros terribles que le matarán. Para librarse de ellos
debe tirarles una piedra y así se matarán los unos a los otros.
Jasón
supera las pruebas. Pero Eetes se niega a darle el vellocino e intenta
matarles. Los griegos huyen con Medea. Medea ayuda a Jasón a dormir al
dragón que guarda el vellocino y así lo roban.
Eetes
les persigue y Medea no tiene pudor al matar a su propio hermano y
despedazarlo. Luego arroja los trozos por la borda y Eetes se retrasa
para recogerlos.
De todo es capaz Medea por el amor que siente por Jasón. Su pasión vital siempre supera a Jasón. A su lado el héroe es un niño.
El regreso a Yolcos
El
viaje de regreso es igual de complicado que el de ida. Parten hacia la
isla de Eea, donde vive la tía de Medea: Circe. Ella les purifica por
las violencias tan terribles que han cometido.
Pasan
por la isla de las sirenas. Orfeo toca y sus tonadas impiden que los
argonautas enloquezcan con el canto de las sirenas. También en su camino
Medea acaba con el gigante Talos, que guarda la ciudad de Creta. En
Corcira, el rey Alcínoo y la reina Arete casan a Jasón y Medea. Incluso
los argonautas deberán portar sobre sus hombros a la Argo hasta
encontrar una salida al mar.
Ya
en Yolcos, Pelias no da crédito a sus ojos. Aún así se niega a cederle
el trono. Medea planea la venganza. Se introduce en palacio y convence a
las hijas de Pelias para que bañen a su padre en una poción con la que
volverá a ser joven. Todas menos Alcestis creen en el engaño. Pelias se
introduce en el baño y así muere.
La venganza de Medea
A
patir de este punto, son muchas las variantes que existen. Una de ellas
narra que Jasón y Medea reinaron en Yolco y años más tarde concibieron
un vástago, confiándole su educación al Centauro Quirón. Otra variante
dice que se marcharon a vivir en Corinto, dejando el trono de Yolco a
Acasto, el único hijo varón de Pelías.
La
versión más conocida conduce a Medea y Jasón hacia Corinto. El rey
Creonte acoge con entusiasmo a Jasón, que es un héroe, pero no pasa lo
mismo con Medea y los dos hijos de ambos.
Jasón
ve la oportunidad de conseguir el reino de Corinto y no duda en
repudiar a Medea y pedir en matrimonio a la hija de Creonte, Glauce.
Creonte está loco de contento. Va a casar a su hija con un héroe y por
fin se librará de Medea y los niños.Pero
Medea no acepta fácilmente lo que han preparado para ella. Es capaz de
cualquier cosa, ya lo ha hecho antes, y eso la hace muy peligrosa.
Convence a Creonte para que acoja a sus hijos aunque la destierre. Para
que también Glauce se apiade de ellos les envía con unos regalos: un
peplo y una corona. A Glauce se le ilumina el rostro ante la belleza de
los regalos. Lo que no sabe es que Medea no espera su piedad, ni ella ni
sus hijos van a necesitarla. Glauce
se prueba el peplo y la corona y cae presa de un terrible dolor que le
quema el cuerpo. Los regalos estaban envenenados. Su padre se corre a
abrazarla y toca el veneno. Ambos mueren en medio de una terrible
agonía.
La
venganza de Medea aún llega más lejos. Va a matar a sus hijos. Sabe que
el dolor que le producirá hacerlo le va a quitar parte de su humanidad,
pero también sabe que le va a provocar el mismo tormento a Jasón.
Tras
cometer aquel acto terrible, deja a Jasón llorando a sus hijos y huye
en un carro de fuego, prestado por su abuelo Helios. Antes maldice a
Jasón: morirá por su amado barco.
La profecía se cumplirá: mientras Jasón duerme a la sombra de Argo, un tablón se desprende y cae sobre él matándole.
LA MEDEA DE EURÍPIDES
Según los críticos es una de sus mejores obras. Eurípides
alza la figura femenina de forma extraordinaria. Medea es formidable,
sabia, fuerte, hábil, luchadora y por ello es amada por unos, pero
respetada y temida por todos. El poeta exalta los valores femeninos y defiende la condición femenina.
Medea describe en la obra esta condición:
Medea describe en la obra esta condición:
"De todo lo que tiene la vida y pensamiento, nosotras las mujeres, somos el ser mas desgraciado. Empezamos por tener que comprar un esposo con dispendio de riquezas y tomar un amo de nuestro cuerpo, y éste es el peor de los males. Y la prueba decisiva reside en tomar a uno malo o a uno bueno. A las mujeres no les da buena fama la separación del marido y tampoco les es posible repudiarlo"
(En el siglo V sí podía divorciarse con el patrocinio del arconte, aunque las desprestigiaba).
"Y si nuestro esfuerzo se ve coronado por el éxito, y nuestro esposo convive con nosotras sin aplicarnos el yugo por la fuerza, nuestra vida es envidiable, pero si no, mejor es morir. Dicen que vivimos en la casa una vida exenta de peligros, mientras ellos luchan con la lanza. Necios. Preferiría tres veces estar a pie firme con el escudo que enfrentarme al parto una sola vez. Una mujer suele estar llena de temor y es cobarde, para contemplar la lucha y el hierro, pero cuando ve lesionados los derechos de su lecho, no hay otra mente más asesina".
El coro exclama ante el trato que de la sociedad griega recibía la mujer:
"Pero lo que se dice de la condición de la mujer cambiará hasta conseguir buena fama, y el prestigio está a punto de alcanzar al límite femenino; una fama injuriosa no pesará ya sobre las mujeres."
Eurípides,
conocedor de todas las corrientes filosóficas de su tiempo, avisa ya de
un problema que es actualidad en nuestros días: la separación entre la
sabiduría y el poder social. Y hace exclamar a Medea:
"Si eres considerado superior, por poseer conocimientos variados, parecerás a la ciudad persona molesta."
En esta obra existe una crítica a los sofistas, por poseer conocimientos y utilizarlos en beneficios distintos de la justicia.
Personajes
La nodriza
El pedagogo
Medea
Creonte
Hijos de Medea
Jasón
Coro de mujeres
Egeo
Un mensajero
Personajes
La nodriza
El pedagogo
Medea
Creonte
Hijos de Medea
Jasón
Coro de mujeres
Egeo
Un mensajero
Argumento
Jasón, esposo de Medea, se promete en matrimonio a Glauce, hija del rey Creonte de Corinto, ante el espanto de Medea, que ve su lecho deshonrado.Creonte, que había planeado el matrimonio, ante el temor de que Medea, sabia y hábil, se vengue, ordena su destierro inmediato. Pero Medea, fingiéndose sumisa, pide un solo día de plazo para salir al destierro.
Ese plazo lo aprovecha para realizar unos presentes a Glauce: una corona de oro y un peplo que causan la muerte por el simple contacto. Glauce muere de forma horrible:
"No se distinguía la expresión de sus ojos ni su bello rostro, la sangre caía desde lo alto de su cabeza confundida con el fuego, y las carnes se desprendían de sus huesos, como lágrimas de pino, bajo los invisibles dientes del veneno."
Tras
perpetrar ese horrible asesinato, Medea se siente obligada a matar a
sus propios hijos, para evitar que otras manos más crueles les quiten la
vida para vengar la muerte de Glauce.
Termina la obra con Medea subida en el carro de Helios, con quien ya tenía pactada su huida a Atenas, para evitar las iras de la familia de Creonte y de su propio marido Jasón.
Desde el carro de Helios, Medea increpa a Jasón:
"¡Oh niños, cómo habéis perecido por la locura de vuestro padre!."
Jasón replica:
"pero no los destruyó mi mano derecha."
Medea responde:
"No, sino tu ultraje y tu reciente boda."
Puedes encontrar información sobre todas las piezas del drama ático en http://club.telepolis.com/mandragora1/tragedia/euripides.htm#medea
En esta dirección podrás hacer descargas gratuitas de Medea y otras tragedias de Eurípides:
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